Los funcionarios y sus familias deben «tomarse» vacaciones. Los funcionarios deben tener un sueldo acorde a sus funciones. Merecen estar con el hombre o la mujer que dedica la mayor parte de su tiempo en una oficina.
Pero… también deber ser responsables y evitar convertir la vida privada en un reality sociales» cuando el resto de los «mortales formoseños» viven un calvario para conseguir una garrafa de gas; sufre los bajones de tensión y, la mayoría, no puede ir de vacaciones ni a Corrientes.
En épocas de bonanzas «todo está bien» y se disimula a rasgañadientes. Pero cuando los bolsillos están flacos, luego de pasar casi 40 días sin cobrar el salario; los empleados públicos reniegan de todo y ven como «le refriegan» vacaciones en familia en lugares paradisíacos y, al regresar, éstos mismos funcionarios «te invitan» a disfrutar de Laguna Oca y Herradura.
Allí comienza la bronca. Aparecen las miserias humanas y entra a tallar «el vale todo». Las fotos «subidas» a la red social ganan la condición de públicas. Ah, y no fue un «paparazzi» el que logró la toma; fueron ellos mismos, por lo tanto «no se enojen con el mensajero».
Además, los «de segunda línea» saben que «toda la bronca siempre termina en Gildo (Insfrán)»
Hay que ser consecuentes con la realidad. La que, casi siempre, está muy alejada del relato de la clase política.
Los funcionarios deben entender que pertenecen a un sector social que permanentemente está en la mira de la sociedad. Por acción, omisión o antecedentes los políticos son «metidos» en la misma bolsa. Los buenos y los malos. Los que son eternos; los que vienen del sector privado.
Los hijos-esposas-esposos de políticos funcionarios también deben adecuarse y comprender que el status que poseen no es para ostentar en tiempos de crisis.
LAS REDES SOCIALES
En los últimos días, mientras las noticias ligadas a la economía, el valor del dólar, el precio de las mercadería de primera necesidad y los agentes públicos esperaban ansiosos el inicio del cronograma de pagos; aparecieron en las redes sociales y medios electrónicos fotos de funcionarios formoseños disfrutando de vacaciones en lejanas tierras donde el peso ni el Bocanfor tienen cabida.
La vida privada de los funcionarios está ligada a la función pública. Tanto de las autoridades electas por voto popular, como las elegidas por los ganadores de elecciones.
Es poco probable que se exponga y reciba el apoyo electoral una persona dedicada al narcotráfico, que ejerza violencia familiar u otra acción inadecuada.
Importa recordar como el ex presidente de facto Galtieri tomaba (en el sentido amplio de la palabra) decisiones que involucraban al estado y todos los argentinos.
La prensa debe estar atenta a estos hechos. En la medida de lo posible, para prevenir.
EL REALITY FACEBOOK
Aquí, en Formosa, son muchos los personajes públicos que “viven un reality” expuesto en Facebook.
Alejados de la realidad, son capaces de fotografiarse en una playa de Cancún y subir la toma en twiter creyendo que todos estarían felices por las vacaciones de un funcionario, cuando aquí las colas por conseguir garrafas continúa, los bajones de luz de Refsa son una constante los precios de las mercaderías se dispararon.
Son dueños de su vida, empero, no se inciten a paciencia social, al formoseño que parece bancarse todo. Estamos ante una situación económica complicada.
La prensa puede respetar la privacidad. Pero no se olviden que la mayoría de los funcionarios no tienen otro ingreso que el del estado. Por lo tanto, son empleados privilegiados del pueblo y rendir cuentas permanentemente por esa condición.
El trabajador puede viajar y mostrar, las autoridades deben tener más cuidado.
La prensa es la mensajera de las publicaciones que –en las redes sociales- los propios empleados del pueblo se encargan de difundir. Los límites fueron “rotos” por ellos mismos.
De todos modos, aquí, “todo pasa”, tal cual como reza el anillo de Grondona. El 1 de marzo estarán todos aplaudiendo al gobernador en la Legislatura. Quizás, para ese día, el tostado caribeño ya se haya esfumado.
“Hechos, no palabras” dijo el general Perón. Si quieren viajar, viajen, pero mantengan con prudencia su intimidad.
Ni la Presidenta se tomó vacaciones a Cancún. Tampoco se sabe del gobernador Insfrán. Y si lo hicieron, cuidaron las formas.
Un viejo militante peronista de algunas décadas atrás replicaba: “la mujer bonita y la plata mal habida son difíciles de esconder”.